cdIsa. 6:1 y sig.

John 12

Capítulo 12

María unge a Jesús

1 aEntonces Jesús, seis días antes de la Pascua b, vino a Betania donde estaba Lázaro
Algunos mss. agregan: el que había estado muerto.
, al que Jesús había resucitado de entre los muertos d.
2Y
Lit. Por tanto.
le hicieron una cena allí, y Marta f servía; pero Lázaro era uno de los que estaban
Lit. se reclinaban.
a la mesa con Él.

3Entonces María, tomando unos 300 gramos de perfume de nardo puro h que costaba mucho, ungió los pies de Jesús, y se los secó
Lit. y le secó los pies.
con los cabellos j, y la casa se llenó con la fragancia del perfume.
4Y Judas Iscariote, uno de Sus discípulos, el que lo iba a entregar
O traicionar.
,
l, dijo*:
5«¿Por qué no se vendió este perfume por 300 denarios
I.e. salario de 300 días.
y se dio a los pobres?».

6Pero dijo esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era un ladrón, y como tenía la bolsa del dinero n, sustraía de lo que se echaba en ella o. 7Entonces Jesús dijo: «Déjala, para que lo guarde para el día de Mi sepultura
I.e. la costumbre de ungir para la sepultura.
,
q.
8»Porque a los pobres siempre los tendrán
Lit. tienen.
con ustedes; pero a Mí no siempre me tendrán
Lit. tienen.
,
t».


Conspiración para matar a Lázaro

9Entonces la gran multitud de judíos u se enteró de que Jesús estaba allí; y vinieron no solo por causa de Jesús, sino también por ver a Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos v. 10Pero los principales sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro; 11porque por causa de él w muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús x.

La entrada triunfal

12Al día siguiente, ycuando la gran multitud que había venido a la fiesta z, oyó que Jesús venía a Jerusalén, 13tomaron hojas de las palmas y salieron a recibir a Jesús, y gritaban: «¡Hosanna! Bendito el que viene en el nombre del Señor aa, el Rey de Israel ab».

14Jesús, hallando un asnillo, se montó en él; como está escrito: 15«No temas, mira, Sión; he aquí, tu Rey viene, montado en un pollino de asna ac». 16Sus discípulos no entendieron esto al principio ad, pero después, cuando Jesús fue glorificado ae, entonces se acordaron de que esto se había escrito de Él, y de que le habían hecho estas cosas.

17Y así, la multitud que estaba con Jesús cuando llamó a Lázaro del sepulcro y lo resucitó de entre los muertos af, daba testimonio de Él. 18Por eso la multitud fue también a recibir a Jesús ag, porque habían oído que Él había hecho esta señal
O este milagro.
,
ai.
19Entonces los fariseos se decían unos a otros: «¿Ven que ustedes no consiguen nada? Miren, todo el mundo se ha ido tras Él».

Unos griegos buscan a Jesús

20Había unos griegos aj entre los que subían a adorar en la fiesta ak; 21estos fueron a Felipe al, que era de Betsaida am de Galilea, y le rogaban: «Señor, queremos ver a Jesús».

22Felipe fue* y se lo dijo* a Andrés an; Andrés y Felipe fueron* y se lo dijeron* a Jesús. 23Jesús les respondió*: «Ha llegado la hora ao para que el Hijo del Hombre sea glorificado ap. 24»En verdad les digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo; pero si muere, produce mucho fruto aq. 25»El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida ar en este mundo, la conservará as para vida eterna. 26»Si alguien me sirve, que me siga; y donde Yo estoy, allí también estará Mi servidor at; si alguien me sirve, el Padre lo honrará au.

Jesús anuncia Su muerte

27»Ahora Mi alma se ha angustiado av; y ¿qué diré: “Padre aw, sálvame de esta hora ax”? Pero para esto he llegado a esta hora. 28»Padre ay, glorifica Tu nombre». Entonces vino una voz del cielo az: «Y lo he glorificado, y de nuevo lo glorificaré».

29Por eso la multitud que estaba allí y oyó la voz, decía que había sido un trueno; otros decían: «Un ángel le ha hablado ba». 30Jesús les dijo: «Esta voz no ha venido por causa Mía, sino por causa de ustedes bb. 31»Ya está aquí
Lit. Ahora es.
el juicio de este mundo bd; ahora el príncipe de este mundo be será echado fuera.
32»Pero Yo, si soy levantado de la tierra bf, atraeré a todos a Mí mismo bg».

33Pero Él decía esto para indicar la clase de muerte que iba a morir bh. 34Entonces la multitud le respondió: «Hemos oído en
O aprendido de.
la ley bj que el Cristo
I.e. el Mesías.
permanecerá para siempre bl; ¿y cómo dices Tú: “El Hijo del Hombre bm tiene que ser levantado bn? ¿Quién es este Hijo del Hombre?».

35Jesús entonces les dijo: «Todavía, por un poco de tiempo, la Luz estará
Lit. está.
entre ustedes bp. Caminen mientras tengan la Luz bq, para que no los sorprendan las tinieblas br; el que anda en la oscuridad no sabe adónde va bs.
36»Mientras tienen la Luz, crean en la Luz bt, para que sean hijos de la Luz bu».

Estas cosas habló Jesús, y se fue y se ocultó
Lit. fue ocultado.
de ellos bw.

37Pero aunque había hecho tantas señales
O tantos milagros.
delante de ellos, no creían en Él,
38para que se cumpliera la palabra del profeta Isaías, que dijo: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo
I.e. el poder.
del Señor bz?».
39Por eso no podían creer, porque Isaías dijo también
Lit. otra vez.
:
40«Él ha cegado sus ojos y endurecido su corazón cb, para que no vean con los ojos y entiendan con el corazón, y se conviertan y Yo los sane cc». 41Esto dijo Isaías porque vio Su gloria cd, y habló de Él ce.

42Sin embargo, muchos, aun de los gobernantes cf, creyeron en Él cg, pero por causa de los fariseos ch no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga ci. 43Porque amaban más el reconocimiento
O la gloria.
de los hombres que el reconocimiento
O la gloria.
de Dios cl.

Juzgados por la palabra de Jesús

44Entonces Jesús exclamó: «El que cree en Mí, no cree en Mí, sino en Aquel que me ha enviado cm. 45»Y el que me ve, ve a Aquel que me ha enviado cn. 46»Yo, la Luz, he venido al mundo, para que todo el que cree en Mí no permanezca en tinieblas co. 47»Si alguno oye Mis palabras y no las guarda, Yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo cp. 48»El que me rechaza cq y no recibe Mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado cr, esa lo juzgará en el día final cs.

49»Porque Yo no he hablado por Mi propia cuenta
Lit. de mí mismo.
,
cu, sino que el Padre mismo que me ha enviado me ha dado mandamiento cv sobre lo que he de decir y lo que he de hablar.
50»Y sé que Su mandamiento es vida eterna cw; por eso lo que Yo hablo, lo hablo tal como el Padre me lo ha dicho cx».
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